Weretilneck y Figueroa refuerzan alianza regional: “La Patagonia necesita peso político propio”

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En un gesto de alineamiento estratégico sin precedentes recientes, los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén) encabezaron en San Martín de los Andes el Primer Encuentro para el Desarrollo de la Norpatagonia, una jornada de trabajo interprovincial que, más allá de los anuncios técnicos, dejó en claro un mensaje político de fondo: la Patagonia quiere dejar de depender del centro del país.

“La disputa no es entre partidos. Es entre regiones. Entre la Patagonia y Buenos Aires”, afirmó Weretilneck ante un auditorio conformado por legisladores provinciales, intendentes, empresarios y referentes sociales. Figueroa, por su parte, planteó que es hora de “terminar con la subordinación a estructuras nacionales” y construir una agenda legislativa propia desde el sur del país.

Ejes estratégicos de la cumbre

1. Energía y regalías compartidas
Ambos mandatarios pusieron énfasis en el potencial energético de la región, especialmente en torno a Vaca Muerta, y propusieron avanzar en esquemas de co-gestión y distribución de regalías. Figueroa sorprendió al anunciar que Neuquén está dispuesto a compartir parte de esos recursos con Río Negro, lo que fue recibido con aplausos.

2. Infraestructura y federalismo fiscal
Se reclamó con fuerza la reactivación de fondos nacionales para rutas, hospitales y escuelas en la región cordillerana. Denunciaron una “discriminación fiscal” que afecta al sur en materia de coparticipación y obra pública.

3. Bloque legislativo patagónico
El encuentro dejó sentado el compromiso de trabajar en la construcción de un bloque parlamentario regional en ambas cámaras del Congreso Nacional, que defienda las prioridades de la Patagonia, más allá de los alineamientos partidarios. Se mencionó, incluso, la posibilidad de consensuar candidaturas comunes para el 2025.

Un nuevo regionalismo electoral

Weretilneck y Figueroa coincidieron en que las condiciones actuales —sin listas nacionales largas ni alianzas verticales obligatorias— ofrecen una oportunidad única para que las provincias del sur recuperen protagonismo político.

“La Patagonia tiene los recursos que el país necesita, pero no tiene el peso político proporcional a ese aporte”, sostuvo Weretilneck. Figueroa, a su turno, planteó: “Queremos más que recursos: queremos decisiones. Queremos voz”.

Repercusiones y próximos pasos

Este acuerdo entre Neuquén y Río Negro podría ser el primer paso hacia una agenda patagónica unificada, con posibilidad de ampliarse a Chubut, Santa Cruz y La Pampa. En los próximos días se enviarán los acuerdos firmados a las legislaturas de ambas provincias para su ratificación.

Analistas políticos consultados consideran que esta alianza no solo fortalece a los gobernadores ante el gobierno nacional, sino que también reposiciona a la Patagonia como bloque electoral y económico de cara al mediano plazo.