
La situación en el sector pesquero de Chubut se encuentra al borde del colapso. En los últimos días, los principales sindicatos del rubro —entre ellos SUPA, SOMU y STIA— denunciaron maniobras empresariales destinadas a generar una “crisis ficticia” que justifique recortes salariales y modificación de convenios colectivos de trabajo.
La polémica se desató luego de que la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) advirtiera que el modelo actual de producción es “insostenible” y solicitara una “urgente reforma” del sistema de trabajo portuario. Los gremios no tardaron en responder con un fuerte rechazo, movilizaciones en Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, y la amenaza de un paro provincial si no se frena lo que llaman “un avance del capital sobre el trabajo”.
Qué está pasando en los muelles
Según el SUPA (Sindicato Unidos Portuarios Argentinos), desde abril hay un descenso sostenido de la actividad en muelles de Rawson y Puerto Madryn. Sin embargo, sostienen que esto responde a una estrategia empresarial para “generar caos” y debilitar a los gremios en la negociación de condiciones laborales.
“La merluza y el langostino están. Lo que no hay es voluntad de faenar ni de descargar. Están paralizando barcos de manera deliberada para hacernos responsables de una crisis que ellos mismos arman”, aseguró Jorge Maldonado, secretario general de SUPA.
Por su parte, desde SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos), también señalaron que la falta de acuerdo paritario y las presiones para flexibilizar convenios son una amenaza directa a los derechos de los trabajadores embarcados.
“No vamos a permitir que nos quiten conquistas históricas bajo el pretexto de una crisis económica. Si no hay respuestas, vamos al paro”, declaró el delegado zonal de SOMU, Rodrigo Almonacid.
Qué dice el sector empresario
Desde CAPIP, la visión es diferente. En un reciente comunicado público, la Cámara denunció que los costos operativos actuales —especialmente los vinculados a estibaje, tiempos de descarga y jornales— están “fuera de los estándares internacionales”, lo cual pondría en riesgo la competitividad del producto patagónico frente a mercados como Ecuador, Perú o Asia.
El presidente de CAPIP, Martín Castillo, sostuvo que “el modelo actual es inviable: no se trata de ir contra los trabajadores, sino de reestructurar para que todos puedan seguir teniendo trabajo”.
El trasfondo: caída de exportaciones y falta de políticas
Los datos del último trimestre del INDEC marcan una caída del 13% en las exportaciones pesqueras de Chubut, especialmente en langostino entero congelado, principal producto del sector. A esto se suma el atraso cambiario, los costos logísticos internos y la falta de incentivos nacionales a la pesca como industria regional estratégica.
En este contexto, los gremios acusan al Estado de “ausente” y reclaman una mesa multisectorial de emergencia. Exigen intervención del Gobierno provincial y nacional para garantizar la sostenibilidad del trabajo en los puertos.
Impacto social en comunidades pesqueras
La crisis no se limita a las empresas y sindicatos. Las comunidades costeras ya sienten el golpe: en Rawson y Trelew aumentó la demanda en comedores comunitarios, y muchas familias reportan haber perdido ingresos mensuales por la paralización de actividades.
“Cuando los barcos no salen, no solo pierde el marinero. Pierde el camionero, el peón de playa, el filetero, el que vende la vianda”, explicó María de los Ángeles Buzzi, referente de una organización vecinal en Puerto Madryn.
Puntos clave:
- Sindicatos pesqueros denuncian “crisis creada” por empresarios.
- CAPIP pide reformar convenios laborales para reducir costos.
- Gremios amenazan con paro provincial si no hay diálogo.
- Gobierno provincial aún no convocó a una mesa de negociación.
El impacto social ya se siente en las comunidades costeras.






