SKF Argentina cierra su producción local tras 108 años y despide alrededor de 145 trabajadores

La multinacional sueca SKF anunció que discontinuará la producción en su planta de Tortuguitas, provincia de Buenos Aires, donde fabricaba rodamientos desde 1972 para diversos sectores industriales. La decisión implica la pérdida de aproximadamente 145 puestos de trabajo.
La firma indicó que mantendrá su presencia en Argentina en funciones comerciales y de servicio, pero dejará de manufacturar localmente, trasladando la producción a otras plantas dentro de su red global.
¿Por qué tomó esta decisión?
SKF explicó que la medida es parte de una estrategia global de reorganización industrial, orientada a concentrar la producción en instalaciones con mayor escala, tecnología y eficiencia.
Además, en su comunicado señala que tras un análisis estratégico y operativo exhaustivo, no se identificó una alternativa viable que permitiera mantener la planta de Tortuguitas en funcionamiento.
Desde el sector gremial, la medida fue duramente criticada. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sostuvo que la fábrica cerró no por inviabilidad técnica sino por conveniencia de la empresa, y advirtió sobre el impacto en la industria nacional.
Impactos y contexto industrial
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La planta de Tortuguitas empleaba cerca de 145 personas en el momento del anuncio.
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El cierre se da en un contexto de caída de la producción industrial argentina, con indicadores de baja utilización de la capacidad instalada y fuerte competencia de importaciones.
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La decisión genera alerta sobre la pérdida de producción local de componentes industriales estratégicos, especialmente para cadenas como la automotriz, lo que puede afectar la sustentabilidad del sector manufacturero en el país.
¿Qué siguen los trabajadores y la industria?
Los trabajadores despedidos esperan que se respeten sus derechos indemnizatorios, y la intervención de la autoridad laboral provincial ya fue activada para garantizar el cumplimiento de las obligaciones correspondientes.
Para el sector industrial en general, la salida de SKF de la fabricación local es un golpe simbólico y real: una empresa con casi un siglo de presencia decide cesar producción, lo que refuerza los cuestionamientos sobre el modelo productivo argentino y la necesidad de políticas de incentivo a la fabricación local.
Cierre
El cierre de la planta de SKF en Argentina marca un punto de inflexión: no sólo se trata de una empresa más que deja de producir localmente, sino de una señal de que la industria enfrenta desafíos estructurales profundos. La magnitud del impacto dependerá de las respuestas gremiales, de cómo reaccione el Gobierno y de si la industria nacional logra adaptarse para retener actividad productiva y empleo calificado.
El país observa ahora si este hecho cabe como excepción o se convierte en parte de una tendencia más amplia de desindustrialización.





