
En un encuentro que marcó un nuevo posicionamiento político en el mapa federal argentino, los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén) encabezaron este miércoles en San Martín de los Andes el primer foro interprovincial de la Norpatagonia. La cumbre fue el escenario para lanzar una advertencia al Gobierno nacional y al Congreso: “La disputa no es entre partidos, sino entre regiones. Es la Patagonia contra el centralismo”.
La reunión tuvo un tono institucional y político a la vez. Se firmaron acuerdos de cooperación en materia energética, de infraestructura y de representación parlamentaria, pero también se escucharon discursos de fuerte carga simbólica, en los que ambos gobernadores remarcaron que los intereses del sur no están siendo debidamente considerados por la Casa Rosada.
Una ofensiva federal con respaldo parlamentario
Weretilneck fue quien dio el mensaje más claro: “Si no nos unimos como región, las decisiones seguirán tomándose a 1.500 kilómetros de distancia. Y no se trata solo de plata: se trata de soberanía, de salud, de educación, de energía y de futuro”. El gobernador rionegrino aseguró que las provincias deben recuperar protagonismo en el Congreso Nacional y adelantó que propondrán una coordinación legislativa de representantes patagónicos en ambas cámaras.
En la misma línea, Figueroa advirtió que “ya no hay listas nacionales largas que nos obliguen a subordinarnos a los grandes partidos”, y afirmó que es momento de construir una agenda regional desde la Patagonia. Además, sostuvo que Neuquén está dispuesto a compartir parte de las regalías de Vaca Muerta con Río Negro, “porque el desarrollo debe ser compartido, no concentrado”.
Energía, infraestructura y una agenda común
Uno de los temas centrales del foro fue el de la infraestructura energética. Ambos mandatarios acordaron avanzar con proyectos comunes para el transporte y la licuefacción de gas, con miras a consolidar una estrategia exportadora de GNL a partir de la producción neuquina. También coincidieron en la necesidad de que Nación habilite los fondos comprometidos para rutas, hospitales y obras viales en el corredor cordillerano.
Otro punto fuerte del encuentro fue el compromiso de trabajar de manera conjunta en políticas medioambientales, de defensa del agua, y en la construcción de mecanismos de gobernanza interjurisdiccional con participación ciudadana.
Hacia un bloque patagónico con peso propio
La foto final —ambos gobernadores firmando el acta del foro frente a intendentes, legisladores provinciales y representantes empresariales— buscó dejar un mensaje claro: la Patagonia quiere construir poder político propio y sostenible, más allá de los alineamientos nacionales. En tiempos de ajuste y recentralización, la región comienza a reagruparse con una narrativa que mezcla identidad territorial, autonomía y proyección internacional.




