El Presupuesto 2026 será la primera gran prueba de gobernabilidad para los libertarios

El envío del proyecto de ley del Presupuesto 2026 al Congreso aparece como el primer gran hito de gobernabilidad para la nueva mayoría parlamentaria del La Libertad Avanza tras las elecciones recientes.
Cambio de escenario político y oportunidad clave
Con un Congreso que renovó su composición a favor del oficialismo libertario, el Poder Ejecutivo ve en el presupuesto nacional no solo una herramienta técnica sino también un símbolo de su capacidad de conducción política. Según informa el medio Ámbito Financiero, la lógica apunta a que se espere hasta el 10 de diciembre para su sanción, aprovechando la nueva integración legislativa.
En cifras: el proyecto contempla una recaudación cercana a $225 billones, equivalente a aproximadamente el 21,8 % del PBI, con una inflación prevista del 10 % y crecimiento estimado del 5 %.
Puntos clave del contenido presupuestario
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Los recursos tributarios estarán dominados por el IVA, Impuesto a las Ganancias y Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social, alcanzando un 16,9 % del PBI.
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Se propone una ligera suba en la presión del Impuesto a las Ganancias (+0,21 puntos porcentuales) y un aumento del impuesto sobre combustibles, mientras que se reduce la presión del impuesto a Bienes Personales.
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Otro eje es el llamado “blanqueo permanente”, a través del régimen de Ganancias Simplificado impulsado en el proyecto.
Desafíos de gobernabilidad
El hecho de que esta sea la primera ley mayor que debe sancionarse tras el triunfo parlamentario convierte al Presupuesto en un termómetro para medir la capacidad de la coalición para articular votos, negociar comisiones y gestionar resistencias políticas. Según el análisis, la mayoría oficialista diluye “el empuje” de minorías que podrían haber bloqueado el trámite, lo que aumenta las posibilidades de aprobación con modificaciones menores.
No obstante, el Gobierno deberá lidiar con gobernadores de provincias que forman parte de la coalición pero tienen intereses propios, así como con bloques legislativos que podrían condicionar su apoyo si no se les considera.
Qué observar en los próximos días
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Las comisiones de la Cámara de Diputados y del Senado tendrán un papel activo para mostrar “las cartas” de cada fuerza política antes del debate pleno.
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Los ministros y secretarios deberán presentarse para defender los gastos asignados a sus carteras, lo cual implicará tensión política pública.
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Será clave si el proyecto se aprueba antes de diciembre o bien si se prorroga para avanzar con una nueva composición legislativa. Ésta opción de espera ya está prevenido en el análisis.
El Presupuesto 2026 no es solo un conjunto de números: es el primer gran examen político de la nueva mayoría parlamentaria libertaria y de su capacidad para transformar su victoria electoral en efectividad legislativa y de gestión. Si logran aprobarlo sin fisuras, enviarán una señal de estabilidad al mercado y a los aliados políticos; si fracasan o lo hacen con muchas enmiendas, la gobernabilidad podría quedar cuestionada desde el inicio del mandato.





