
Tras un julio caracterizado por un clima seco y gélido, agosto traerá temperaturas más suaves y precipitaciones en la cordillera de Neuquén y Río Negro.
El aire polar que causó temperaturas extremadamente bajas en diversas áreas de la Patagonia está comenzando a alejarse. Esta semana marcará un cambio notable en el clima de Neuquén y Río Negro. El intenso frío que afectó con temperaturas que bajaron más de 10 grados bajo cero, dará paso a condiciones más templadas hacia el próximo fin de semana.
Fernando Frassetto, meteorólogo, indicó que la presión atmosférica comenzará a disminuir debido a la llegada de un sistema de lluvias y nieve desde el Pacífico. «Desde el miércoles y durante la primera semana de agosto, se anticipan precipitaciones en la cordillera», comentó.
Este cambio es significativo después de un julio frío y seco, con escasas precipitaciones. «Tuvimos un mes bastante seco, muy frío, con buen tiempo y alta presión», confirmó Frassetto, quien también reconoció un déficit en las precipitaciones.
El meteorólogo explicó que las temperaturas comenzarán a subir gradualmente, alcanzando cerca de 20 grados hacia el viernes y sábado. En los próximos días, se superarán los 15 grados, lo que traerá tardes más agradables y primaverales, acompañadas de algunos vientos.
Este cambio es crucial para los centros de esquí, que recibirán un nuevo impulso de nieve. Según el experto, agosto empezará con lluvias y nevadas hasta al menos el 6 de agosto. Este patrón de alternar entre períodos húmedos y heladas continuará durante todo el mes.
La cordillera del oeste de Chubut, Río Negro y Neuquén, junto con Cuyo, experimentó buenas precipitaciones en abril, mayo y junio. No obstante, julio fue una excepción con un déficit de precipitaciones. Ahora, agosto promete revertir esta tendencia, lo cual es positivo para mantener los niveles de ríos y lagos.
En términos más generales, Frassetto mencionó que el aire polar que cubrió gran parte del país ayer, afectando el centro y este de Argentina, comenzará a ceder. Las temperaturas aumentarán, desplazando el frío polar por un clima más cálido a partir de mitad de semana.
Este patrón climático refleja la transición de un año influenciado por El Niño hacia condiciones de La Niña en el segundo semestre. Durante agosto, se espera un equilibrio entre períodos húmedos y fríos, lo que podría traer más nieve y lluvias a la región.
«Lo más importante es que el frío se va. La semana verá un ascenso gradual de la temperatura en los valles, con algún período de viento que aún no es intenso. Y, sobre todo, la inestabilidad en la cordillera», concluyó Frassetto.





