
El gobierno nacional ha citado a los gobernadores de Río Negro y Neuquén para discutir la privatización de cuatro represas hidroeléctricas, en medio de las protestas de ambas provincias sobre el futuro de estos proyectos. La venta de las represas marca el inicio del plan de concesiones, establecido recientemente como parte de la ley Bases.
El ministro de Infraestructura de Neuquén, Rubén Etcheverry, confirmó la convocatoria a Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa. Los gobernadores revisarán los proyectos oficiales con la Secretaría de Energía. Según la administración de Figueroa, la convocatoria busca discutir el decreto 718, que extiende las concesiones por un año y establece un plazo de seis meses para que la Nación lleve a cabo un concurso nacional e internacional para nuevas concesiones hidroeléctricas.
Las concesiones prorrogadas incluyen Cerro Colorado-Planicie Banderita (río Neuquén), El Chocón-Arroyito, Alicurá y Piedra del Águila, en el río Limay. Etcheverry comentó que la privatización se está realizando tarde, considerando que las concesiones originales estaban por vencer y el decreto llegó después de un largo proceso. Esto afecta la institucionalidad, según el funcionario.
En las provincias persisten dudas. Etcheverry opinó que la demora no es adecuada y que la Nación había informado previamente sobre la norma. Los gobernadores serán convocados para definir los detalles del decreto, incluyendo posibles pagos adicionales, como cánones o regalías, según la ley provincial.
Además, desean aclarar cómo se gestionarán las normas de manejo de agua entre las autoridades de cuencas y el organismo regulador de presas, y cómo se garantizará la protección ambiental durante la transición y la nueva concesión.




