Milei relanza el Gobierno tras el contundente triunfo de La Libertad Avanza e impulsa una nueva etapa de alianzas

Tras el triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, el presidente Javier Milei puso en marcha un giro estratégico: empieza a delinear un nuevo gobierno, con cambios de gabinete, mayor diálogo con actores provinciales y el llamado a alianzas políticas para consolidar su proyecto de reformas.
1. Triunfo electoral como catalizador
El respaldo registrado por LLA —superando el 40 % del voto nacional según los primeros cómputos— representó un respaldo claro al proyecto de Milei, reforzando su posición política. En el búnker del partido en el Hotel Libertador, cuando se anunciaron resultados provisionales que mostraban más del 40 % de adhesión, se desató una gran celebración que simbolizó el cambio de rumbo que el espacio oficialista buscaba.
2. Nuevo gabinete y equilibrio de poder interno
El mandatario comenzó a evaluar una serie de movimientos en su gabinete con dos fines principales: equilibrar los distintos sectores de su entorno —principalmente entre su hermana Karina Milei y el asesor Santiago Caputo— y cerrar filas ante las tensiones internas que habían emergido. El objetivo declarado es pasar de la fase de campaña a una gestión institucional más consolidada, con nombres que respondan tanto a la agenda de reformas como a la gobernabilidad.
3. Llamado a alianzas y construcción de mayorías
Milei no solo celebró el resultado electoral, sino que lo usó como plataforma para convocar a gobernadores, líderes provinciales y partidos afines a construir una “nueva mayoría”. El Presidente admitió que la composición del próximo Congreso exigirá negociación y acuerdos más amplios, ya que aunque LLA ganó terreno, aún no dispone de una mayoría absoluta que le permita avanzar sin interlocutores.
4. Desafíos inmediatos
A pesar del triunfo, el Gobierno enfrenta retos de peso. Entre ellos:
-
Consolidar la agenda de reformas económicas y sociales que ha sido el eje de la gestión.
-
Ganar legitimidad legislativa para llevar adelante leyes clave, dado que la victoria no implicó mayoría automática.
-
Gestionar la economía en un contexto de crisis, con inflación todavía elevada, endeudamiento externo y expectativas de los mercados internacionales alineadas al resultado electoral.
-
Navegar la transición de un estilo de campaña a una gestión de gobierno, donde deberán mostrarse resultados tangibles para mantener el respaldo.
El relanzamiento que propone Milei marca el fin de una fase de campaña y el inicio de una etapa de gobernabilidad más completa. Este nuevo ciclo estará definido por la capacidad de traducir el respaldo electoral en acuerdos políticos, reformas concretas y estabilidad institucional. Con un gabinete saltando a evaluación, alianzas en construcción y una agenda de reformas listas para acelerarse, los próximos meses serán clave para ver si este impulso se convierte en resultados o queda en promesa.
La victoria electoral abre la puerta, pero la gobernabilidad dependerá de cómo se manejen las alianzas, las reformas y las expectativas ciudadanas.





