Milei gastó 300 mil dólares en tres aviones para ir a Ushuaia y debió suspender caminata por falta de convocatoria

Durante su gira presidencial con miras a las elecciones legislativas de octubre, Javier Milei utilizó tres aviones de la Fuerza Aérea por un valor estimado en 300 mil dólares para trasladarse hasta Ushuaia. Sin embargo, la caminata pública que tenía prevista en la ciudad fueguina fue suspendida ante la escasa concurrencia: apenas unas 70 personas asistieron al acto, lo que lo obligó a retornar sin cumplir su agenda prevista.
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Uso de recursos estatales: El viaje se realizó mediante aviones pertenecientes a la Fuerza Aérea, lo que generó cuestionamientos sobre el uso del aparato del Estado para fines electorales. La cifra difundida, 300 mil dólares, representa un costo elevado para trasladar al mandatario y su comitiva en territorio nacional.
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Convocatoria mínima: El acto oficial previsto para reunirse con ciudadanos en Ushuaia fue suspendido abruptamente cuando se confirmó que sólo unas 70 personas habían acudido. Ante la baja concurrencia, Milei debió retornar al hotel y su equipo canceló la caminata prevista.
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Protestas locales: En Ushuaia, hubo manifestaciones de rechazo a la presencia presidencial. Grupos de vecinos y sindicatos protestaron durante la visita de Milei, lo que tensó el ambiente político.
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Justificación y críticas: Mientras desde el entorno oficial podrían argumentar que la movilización logística responde a la amplitud territorial del país y la necesidad de presencia federal, varios sectores críticos señalaron que gastar recursos estatales tan elevados para un acto con tan poca gente es un dispendio político caro y contraproducente. También suscita dudas sobre la estrategia de campaña del presidente y su capacidad de movilización popular.
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Repercusiones mediáticas: La noticia ha sido replicada en varios medios y redes sociales, alimentando cuestionamientos sobre la coherencia entre el discurso de austeridad y las decisiones de gasto del Ejecutivo. La situación pone de relieve las tensiones entre el gesto simbólico de “gira federal” y la realidad práctica del apoyo territorial.
Conclusión:
El episodio de Ushuaia revela una discordancia entre la estrategia de campaña de Javier Milei y el apoyo real con que cuenta en ciertos territorios. El uso de tres aviones estatales por un costo elevado para un acto con convocatoria ínfima expone debilidades tácticas y riesgos de desgaste político. A futuro, la pregunta será si este tipo de recursos podrán justificarse ante la sociedad o si serán usados como símbolos de desconexión entre el Gobierno y las bases locales. En una campaña tan ajustada, cada acto y cada gasto quedarán bajo escrutinio: esta experiencia puede servir como lección sobre la necesidad de adaptar la logística electoral al terreno y la realidad concreta del apoyo ciudadano.





