La recesión golpea Balcarce 50: economía registra caída y alarma en el Gobierno

Mientras el presidente Javier Milei se encuentra en Nueva York, los últimos datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) revelan que la economía argentina cayó un 0,1 % en julio, marcando el tercer mes consecutivo de contracción. El panorama hace sonar las alarmas sobre el riesgo de entrar en recesión.
El INDEC registró que el EMAE de julio cayó 0,1 % en comparación con junio. Esta caída se suma a los meses de contracción anteriores, sumando cinco meses con datos negativos durante el año.
Algunos sectores sufrieron fuertes retrocesos: la industria manufacturera cayó 1,8 % mensual, mientras que la construcción se redujo un 1,8 % también. El sector pesquero registró incluso una caída interanual de 85,7 %.
Por contraste, subsectores como intermediación financiera y explotación de minas y canteras mostraron crecimiento positivo interanual (23,2 % y 13,4 %, respectivamente), pero no compensaron los males del resto de la economía.
La caída del consumo es manifiesta: los salarios reales no acompañan la inflación, y las compras se realizan cada vez más por crédito o tarjetas. Las tasas de interés —aunque buscadas reducir por el Gobierno— pueden no tener efecto inmediato en reactivar la economía real.
Hasta ahora, el Ejecutivo no ha tomado medidas contundentes que generen un rebote inmediato. El ministro Luis Caputo impulsó una baja en las tasas tras las elecciones provinciales en Buenos Aires, pero expertos advierten que esas acciones podrían no bastar si no van acompañadas de reformas estructurales.
Otro dato preocupante: el Producto Bruto Interno (PBI) preliminar marcó una caída del 0,1 % respecto al trimestre anterior, hecho que alimenta la idea de que la economía ya estaría entrando en recesión según la definición técnica (dos trimestres consecutivos de caída).
Los signos de debilidad económica acumulada ponen al Gobierno frente a un dilema urgente: reactivar sin generar desequilibrios. Si bien algunas medidas como la reducción de tasas pueden aliviar, difícilmente reviertan la tendencia negativa por sí solas. Para evitar que “la recesión toque definitivamente la puerta de Balcarce 50”, será clave impulsar políticas fiscales prudentes, fortalecer la inversión privada y recuperar el poder adquisitivo de los ciudadanos de forma sostenida.





