Guillermo Francos admite un “desacople” entre la gestión y la sociedad tras la derrota en Buenos Aires, pero ratifica el rumbo económico

Luego de la derrota electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció públicamente que existe una distancia entre las políticas que impulsa el Gobierno nacional y la percepción que tienen los ciudadanos en su vida cotidiana. El funcionario señaló que los resultados electorales “obligan a una autocrítica profunda”, aunque aclaró que la administración de Javier Milei no cambiará el rumbo económico trazado desde el inicio de la gestión.
La derrota y sus implicancias
En las elecciones legislativas, el oficialismo quedó a casi 14 puntos por debajo del peronismo, en un distrito clave que concentra la mayor parte del padrón nacional. El revés electoral golpeó la estrategia del Gobierno, que esperaba consolidar allí un bastión de apoyo con miras a los comicios generales de octubre.
Francos admitió que el resultado refleja un malestar social evidente:
“Hemos tenido avances en materia macroeconómica, pero esos resultados no llegan todavía al metro cuadrado de cada persona. Esa es la realidad y eso se tradujo en las urnas”.
El jefe de Gabinete también reconoció que, en algunos sectores, la comunicación gubernamental pudo haber sido percibida como soberbia o distante, lo que alimentó la desconexión con la ciudadanía.
Ratificación del rumbo económico
A pesar del golpe político, Francos descartó modificaciones sustanciales en el plan económico de Milei. Subrayó que se mantendrá el equilibrio fiscal, la política cambiaria vigente y las reformas estructurales en curso. “El camino es uno solo: sostener la disciplina fiscal y continuar con la apertura económica. Lo que sí debemos ajustar es la manera en que transmitimos estos logros a la sociedad”, puntualizó.
El funcionario sostuvo que la gestión seguirá enfocada en bajar la inflación y generar estabilidad, aunque admitió que los beneficios de esas medidas aún no son palpables para gran parte de la población, que enfrenta salarios deteriorados y una recesión prolongada.
Autocrítica y unidad interna
Francos fue categórico al afirmar que los errores son compartidos dentro del oficialismo:
“Nadie sale limpio de esto. Todos somos parte del mismo proyecto y cada uno debe asumir las responsabilidades que le corresponden”.
En ese sentido, llamó a reforzar la cohesión dentro de La Libertad Avanza para enfrentar el desafío electoral de octubre, donde el Gobierno buscará recuperar terreno frente a una oposición fortalecida.
Contexto político y social
El discurso de Francos se suma al reconocimiento que hizo el propio presidente Milei el domingo por la noche, cuando calificó el resultado como una “clara derrota”. Ambos mensajes marcan un giro hacia la autocrítica, aunque sin alterar la estrategia económica central.
Analistas políticos señalan que la derrota en Buenos Aires no solo refleja el impacto de la crisis social y los escándalos de corrupción que golpearon al oficialismo en las últimas semanas, sino también la dificultad del Gobierno para conectar sus logros macroeconómicos con las demandas cotidianas de la población.
De cara a las elecciones nacionales del 26 de octubre, el oficialismo deberá recomponer su vínculo con sectores populares que en 2023 respaldaron la promesa de cambio, pero que hoy sienten que las políticas implementadas no mejoraron sus condiciones de vida.





