El dólar subió $30 y volvió a superar los $1.400: nueva jornada de tensión cambiaria

En una nueva rueda de alta volatilidad, el dólar oficial cerró con un incremento de $30 y volvió a ubicarse por encima de los $1.400, en medio de intervenciones del Tesoro de EE. UU. y expectativas sobre los anuncios pos-electorales. El mercado permanece en alerta por posibles ajustes en el esquema cambiario y la presión sobre los precios internos.
Cierre y cifras del día
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El dólar oficial cerró en $1.375 para la compra y $1.425 para la venta en el Banco Nación, según informó La Prensa, lo que representa una suba de $30 respecto del cierre previo.
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En el mercado mayorista, el tipo de cambio avanzó unos $20 a $1.380, mientras que operadores señalaron que durante la jornada osciló entre $1.345 y $1.380.
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Además, según Infobae, en la rueda financiera hubo más de USD 700 millones negociados en el segmento de contado, lo que refleja una actividad intensa del mercado cambiario.
Factores detrás de la suba
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Intervención del Tesoro de EE. UU.
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, confirmó que la institución volvió a comprar pesos en el mercado local, en medio de rumores sobre un paquete de ayuda de hasta USD 40 mil millones. Esa intervención generó momentos de tensión y aliento en la cotización. -
Volatilidad política y electora
Con las elecciones legislativas acercándose, los inversores demandan señales claras de previsibilidad. Muchos miran hacia un posible cambio en las bandas cambiarias o el régimen cambiario luego de los comicios. -
Presión en los mercados internos
En paralelo, los activos financieros —bonos, acciones y ADRs— mostraron caídas, mientras que el riesgo país operaba al alza, reflejando que el mercado exigía mayor retorno ante la incertidumbre local.
Además, como publicó La Prensa bajo el título “Efecto Bessent: el dólar perforó los 1.400 pesos”, los mercados accionarios “volaron” ante la presión cambiaria.
Riesgos y posibles escenarios
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Reajuste del esquema de bandas: algunos analistas estiman que, post elecciones, el Gobierno podría ampliar el rango de la banda cambiaria o ir hacia un régimen más flexible para amortiguar crisis futuras.
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Traspaso a precios internos: cada salto del dólar oficial tiende a presionar aumentos de costos, insumos importados y tarifas, lo que alimenta la inflación.
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Confianza y credibilidad: el Gobierno necesitará respaldar el esquema con señales claras (fiscales, monetarias, institucionales) para contener expectativas negativas.
La suba de $30 del dólar y su cruce de los $1.400 no es un simple dato aislado: es un síntoma claro de la fragilidad que enfrenta el esquema cambiario argentino en un contexto nacional e internacional incierto.
Mientras el Tesoro de EE. UU. interviene, los mercados locales exigen definiciones y los actores productivos repasan costos. En este escenario, la conducta del próximo gobierno tras las elecciones y el diseño de políticas económicas creíbles serán decisivos para la estabilidad.





