Tras 22 años, autorizan el ingreso de carne con hueso a la Patagonia y crece la polémica

Con la publicación oficial de la resolución 460/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el Gobierno nacional habilitó nuevamente el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, una medida que modifica más de dos décadas de una barrera sanitaria estricta.
La disposición permite el traslado de cortes con huesos planos, como asado, costillar y vacío, desde la zona norte del río Colorado hacia provincias como Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, bajo estrictas condiciones sanitarias. La medida se presenta como un “paso hacia la integración del mercado interno”, pero ya desató un conflicto con autoridades provinciales, productores locales y frigoríficos patagónicos, quienes advierten un retroceso en términos de diferenciación sanitaria y comercial.
Qué dice la resolución del SENASA
El nuevo régimen permite el ingreso siempre que se cumplan estos requisitos:
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Procedencia: la carne debe provenir de animales vacunados contra la fiebre aftosa.
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Condiciones de faena: la carne debe pasar por un proceso de maduración de al menos 48 horas, con pH menor a 5,8.
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Trazabilidad: el transporte debe realizarse en camiones certificados, con monitoreo de temperatura y trazabilidad sanitaria.
Desde el SENASA se destacó que la medida no implica riesgo sanitario, ya que los estándares técnicos se ajustan a normas internacionales y buscan garantizar la bioseguridad sin comprometer el abastecimiento.
Posiciones enfrentadas
La noticia generó una fuerte reacción en las provincias patagónicas, donde el estatus de “zona libre de fiebre aftosa sin vacunación” es considerado un logro sanitario estratégico que posiciona sus productos con valor diferencial en mercados internacionales, como Europa y China.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, calificó la decisión como “inconsulta e inoportuna”, y anunció que pedirá su revisión. También se expresaron en contra legisladores provinciales y cámaras rurales de la región.
En sentido contrario, senadores y diputados de Neuquén y La Pampa celebraron la resolución, afirmando que permitirá bajar los precios de cortes populares en góndola y habilitará el ingreso de productos más económicos para los sectores que hoy no acceden a carne de calidad con facilidad.
Impacto económico y sanitario
Desde el punto de vista económico, se espera que el ingreso de carne con hueso baje los precios minoristas en algunas zonas del sur, donde actualmente el costo del kilo de asado supera los $8.000 en algunas ciudades, debido a los altos costos logísticos y la escasez de oferta.
Sin embargo, los productores patagónicos alertan que la decisión puede afectar la competitividad de la ganadería local, que se esfuerza por mantener altos estándares de calidad sin recurrir a la vacunación. “Es una medida regresiva, que atenta contra el diferencial sanitario que tanto costó conseguir”, señalaron desde la Federación de Sociedades Rurales Patagónicas.
¿Se pone en riesgo la exportación?
El debate de fondo tiene que ver con el impacto potencial en las exportaciones de carne premium. Hasta ahora, la Patagonia era reconocida internacionalmente por estar libre de fiebre aftosa sin vacunación, un atributo que facilitó el acceso a mercados de alto valor. El riesgo, según advierten especialistas, es que una flexibilización del estatus sanitario podría poner en duda ese diferencial ante ciertos organismos internacionales de control.
Lo que viene
Por el momento, la implementación será gradual y monitoreada, aunque las provincias ya anticiparon que podrían judicializar la medida. El conflicto sanitario-comercial parece apenas comenzar, y marcará el pulso de la agenda agroalimentaria en el sur del país durante las próximas semanas.





